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Calzadas Romanas


Calzadas o vías romanas, era el modelo de camino usado por Roma para la unificación de su Imperio. Cubrían más de 80.000 kilómetros. Se tardó casi 500 años en construir esta enorme red de vías, que comunicaba el Imperio de un extremo a otro.

En la construcción de una vía, los romanos procedían de la siguiente manera:

 1. Trazaban el recorrido que debía seguir la carretera y excavaban dos pequeños canales que eran recubiertos por dos hiladas de piedras, quedando así delimitada su anchura.

 2. Abrían un canal entre las dos hiladas y ponían en el fondo piedras de tamaño mediano sin argamasa (statumen).

3. Cubrían este primer estrato con una gruesa capa de arena o grava, a veces mezclada con mortero (rudus).

 4. Finalmente colocaban un revestimiento formado por piedras trituradas (nucleus) o por losas de piedra (stratum).

El grosor total de esta construcción oscilaba entre un metro y un metro y medio. En las vías romanas había cada mil pasos unos monolitos macizos de forma cilíndrica y de unos dos metros de altura, llamados miliarios. En ellos estaba expresada la distancia entre aquel punto y el de partida o llegada de la vía.

En Hispania hay muchos ejemplos de vías con finalidades primordialmente militares. El principal objetivo de los romanos, cuando empezaron la conquista de la península ibérica, fue unir la ciudad de Cádiz, entonces la más importante del sur hispánico, con los Pirineos, punto de entrada por el norte. 



Las principales vías romanas de la península siguieron los fértiles valles de los ríos Ebro, Duero, Tajo, Guadiana y Guadalquivir, y la ruta natural de la costa oriental.

 En Emérita Augusta, todas las vías de comunicación confluyen en el puente romano. Aparte de otras vías secundarias, la vía más importante es la Vía de la Plata, que unía esta ciudad con Asturica Augusta (Astorga), después de cruzar ciudades tan importantes como Castra Caesariana (con el famoso puente de Alcántara) y Salmantica (con un puente sobre el río Tormes). 

El nombre de Vía de la Plata es una deformación de Via Lata (‘vía ancha’), nombre debido a la reforma de ensanche que en ella hizo Trajano. De entre las vías secundarias que partían de Mérida, tres iban a Lisboa, y otras a Zaragoza, Sevilla, etc.